(Artículo publicado en el diario Canarias7 y en su versión online.)

Todo empieza como una broma inocente o como una moda. Un grupo de amigos hacen una grabación de vídeo de ellos mismos desnudos con el móvil y, por hacer la gracia, lo van pasando entre los miembros de la pandilla para reirse un rato. No lo hacen por maldad, sino para ligar o por divertirse. Hasta que el vídeo en cuestión, llega a alguien que lo sube a Internet y el archivo va navegando por la red hasta que llega a manos menos inocentes. Ahí empieza el calvario.

Según una reciente encuesta, más del 20% de los adolescentes ha mandado alguna foto o vídeo suyo desnudo o semidesnudo por el móvil. Y las consecuencias, en determinados casos, pueden ser nefastas. En primer lugar, los vídeos o fotos pueden convertirse en material de una web de pornografía infantil. En segunda instancia, los adolescentes pueden verse acosados posteriormente por un adulto.

Uno de los casos conocidos últimamente ha sido el de dos adolescentes en Washington que se hicieron fotos en la ducha. Las fotos circularon por el colegio de las menores, hasta que llegó a la dirección del centro y fueron expulsadas del equipo de animadoras. Los padres han emprendido una batalla legal por el asunto. Pero la propia legislación tiene lagunas a este respecto. Para empezar, es difícil averiguar quién es el autor del vídeo o foto. Luego, hay que determinar la cadena de envíos del material gráfico. El que recibe los archivos puede denunciarse por tener pornografía infantil. Por último hay que rastrear la información en Internet, hasta averiguar las páginas web y los usuarios de este tipo de sites.

Las denuncias por delitos tecnológicos presentadas ante los Cuerpos de Seguridad del Estado son cada vez más, consiguiendo desbordarlos. Por ello es importante una buena educación digital de los adolescentes y que los padres acompañen y asesoren a los jóvenes en el manejo de Internet.

TRAMPAS CIBERNÉTICAS PARA ADOLESCENTES INCAUTOS

Ciberbullying. Se trata del acoso, molestia o humillación de un menor por parte de otro menor, a través de las tecnologías de la información. Incluye los chantajes y las vejaciones entre menores a través de móviles, consolas o Internet.

Grooming. En este tipo de delito interviene un adulto, engatusando a un menor para ganar su confianza a través de Internet, normalmente con fines de satisfacción sexual.

Ciberacoso. Consiste en utilizar medios digitales (correo electrónico, chats, móviles, etc étera) para acosar a un individuo, en este caso, menor de edad, hasta conseguir algo por parte del acosado, como una foto o una cita.

Ayuda digital. Los educadores pueden encontrar información de ayuda en Internet. En www.pantallasamigas.net informan de los ciberdelitos y dan consejos para evitarlos.

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